Ha pasado un cuarto de siglo desde que Gil y Rosi decidieron dejarlo todo para dedicarse a la restauración. Los inicios fueron muy duros. Lo que en un principio a sus amigos y familiares les pareció una locura se convirtió en un éxito, que alcanza 35 años.
Al poco de abrir el restaurante entraron a trabajar Josep y Toñi (hermana de la propietaria) que todavía continúan en plantilla.
La especialidad es la «Mariscada Gil’s», un plato que se mantiene desde el primer día que se abrió este establecimiento. Todo el pescado y marisco está cocinado en la plancha, es por eso que si de alguna cosa tiene que presumir este establecimiento es del manejo de la plancha, en el que están especializados.